
En el mundo de la salud mental y neuropsicología, es común escuchar los términos terapia cognitiva y rehabilitación cognitiva, pero no siempre se comprenden bien sus diferencias. Aunque ambas buscan mejorar el bienestar, tienen objetivos y aplicaciones distintas.
¿Qué es la terapia cognitiva?
La terapia cognitiva, especialmente conocida como Terapia Cognitivo-Conductual (TCC), se enfoca en identificar y modificar patrones de pensamiento negativos o disfuncionales que afectan las emociones y conductas. Es ampliamente utilizada para tratar trastornos como:
- Depresión
- Ansiedad
- Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC)
- Estrés postraumático
Su objetivo es ayudar a la persona a reinterpretar situaciones de forma más realista, gestionando mejor sus emociones y reacciones.
¿Qué es la rehabilitación cognitiva?
La rehabilitación cognitiva, en cambio, se dirige a recuperar o compensar funciones cognitivas afectadas tras un daño cerebral, envejecimiento o enfermedades como el Alzheimer. Se centra en habilidades como:
- Memoria
- Atención
- Lenguaje
- Funciones ejecutivas
Se utiliza especialmente en personas con daño cerebral adquirido, deterioro cognitivo leve o enfermedades neurodegenerativas.
Diferencias clave entre ambos enfoques
Aspecto | Terapia Cognitiva | Rehabilitación Cognitiva |
---|---|---|
Enfoque | Psicológico/emocional | Neuropsicológico/funcional |
Objetivo | Cambiar pensamientos y conductas | Restaurar funciones cognitivas |
Usos | Trastornos emocionales y mentales | Daño cerebral, deterioro cognitivo |
Técnicas | Reestructuración cognitiva, exposición, etc. | Ejercicios mentales, entrenamiento cognitivo |
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