
Salud cognitiva y prevención de demencias: dimensiones clave para un envejecimiento saludable
La salud del cerebro no solo depende de la genética, también se construye a diario. Promover la salud cognitiva y prevenir las demencias es posible si actuamos desde distintas dimensiones del bienestar.
La evidencia científica señala que adoptar un enfoque multidimensional puede marcar la diferencia en el mantenimiento de las funciones mentales con el paso de los años.
1. Estimulación cognitiva regular
Ejercitar la mente ayuda a fortalecer la reserva cognitiva. Actividades como leer, aprender cosas nuevas, jugar a juegos de lógica o participar en talleres de memoria son estrategias eficaces.
2. Actividad física
Mover el cuerpo también estimula el cerebro. El ejercicio aeróbico mejora el riego sanguíneo cerebral, favorece la neurogénesis y reduce el riesgo de deterioro cognitivo.
3. Alimentación saludable
Una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras, omega 3 y baja en ultraprocesados (como la dieta mediterránea), contribuye a proteger el cerebro frente a enfermedades neurodegenerativas.
4. Relaciones sociales
Mantener vínculos afectivos, participar en actividades grupales y evitar el aislamiento son fundamentales para el bienestar emocional y cognitivo.
5. Gestión del estrés y salud mental
Estrés crónico, ansiedad o depresión pueden afectar negativamente a la memoria y otras funciones mentales. Cuidar la salud emocional es una inversión para el cerebro.
6. Control de factores de riesgo
Hipertensión, diabetes, tabaquismo, sedentarismo o pérdida auditiva son factores de riesgo modificables para las demencias. Detectarlos y tratarlos a tiempo es clave.
En Gradior Suite, trabajamos en todas estas dimensiones para ofrecer programas de prevención y promoción de la salud cognitiva personalizados. Porque prevenir el deterioro es posible, y empieza hoy.