
La combinación de terapia ocupacional y rehabilitación cognitiva es clave en el tratamiento de personas con daño cerebral, demencia o deterioro cognitivo leve. Ambas disciplinas, aunque diferentes, trabajan juntas para un objetivo común: recuperar funciones y mejorar la autonomía.
¿Qué aporta la terapia ocupacional?
La terapia ocupacional (TO) se centra en capacitar a las personas para que puedan realizar las actividades de su vida diaria (AVD). Desde vestirse hasta cocinar o gestionar sus finanzas, la TO busca que cada individuo gane independencia, a pesar de sus limitaciones cognitivas o físicas.
Rehabilitación cognitiva: entrenar la mente
Por su parte, la rehabilitación cognitiva trabaja directamente sobre las funciones mentales alteradas: memoria, atención, lenguaje, funciones ejecutivas, etc. A través de ejercicios estructurados y programas como los que ofrece Gradior Suite, se busca restablecer o compensar esas funciones.
¿Cómo se complementan?
- TO aplica lo aprendido en contexto real
Los avances logrados en sesiones cognitivas se trasladan a situaciones prácticas con el acompañamiento del terapeuta ocupacional. - Trabajo en equipo interdisciplinar
Psicólogos, neuropsicólogos y terapeutas ocupacionales trabajan juntos para diseñar planes personalizados, coordinando objetivos y seguimiento. - Motivación y sentido funcional
La TO dota de propósito a la rehabilitación: no se trata solo de “entrenar el cerebro”, sino de poder usar ese entrenamiento en la vida diaria.
En Gradior Suite, apostamos por una visión integral de la rehabilitación. Un enfoque que combina terapia ocupacional y rehabilitación cognitiva permite no solo mejorar el funcionamiento mental, sino también la participación activa y la calidad de vida de la persona.